En Brömsehus Café, no solo te sentirás super relajado, sino que disfrutarás realmente de la cocina tradicional sueca, y además todo casero.
La cantidad de veces que habré buscado alguna cafetería, bonita, tranquila y donde pudiera disfrutar de un café con algún bollo o trozo de pastel.
Pero no hechos de cualquier manera, sino de una forma tradicional y de forma casera. Bueno y si es con una receta familiar, pues mucho mejor.
Pues sin lugar a dudas, Brömsehus Café lo tiene todo.
Situado en un antiguo colegio de la provincia de Blekinge, entre Kalmar en Småland y Karlskrona en Blekinge, Brömsehus Café es el sueño hecho realidad de Liselotte & Tony.
Este emprendedor matrimonio, vendió su casa en Kalmar y su casita de verano en Öland, para comprar en 2020 una antigua escuela, incluso dejaron sus respectivos trabajo. Esto si que es dejarlo todo por un sueño.
A pesar que el edificio era un tanto ruinoso y estaba muy descuidado desde hacía muchos años, tenía el espíritu de una cafetería que ellos habían hablado tantas veces que les gustaría tener.
Ellos lo tenían claro. Querían vivir en esa escuela, querían tener una cafetería, alquilar habitaciones, querían noches de música, querían una pequeña tienda…
sí, no había límites para sus sueño y el potencial que tenía la casa era perfecto para hacerlos realidad.
Como se aprecia en la foto superior la escuela era bien bonita, aunque desde su apogeo, ya han pasado algunos años, y el tiempo no perdona.
El edificio que fue escuela hasta 1958, estaba en muy mal estado; con la madera podrida y la pintura desconchada por la humedad, fue un arduo trabajo de restauración, aunque para Liselotte & Tony, cada día de trabajo, era un día que se acercaban a la realización de su sueño.
Pero después de dos años de mucho trabajo, además en plan pandemia de Covid-19, ya han abierto sus puertas.
Nada más llegar, ya se vislumbra un entorno cuidado con mimo, donde los detalles en la casa o en el jardín, lo hacen muy acogedor.
No me dirás que no es agradable tomarse un café en esta mesita frente a la antigua escuela.
Los detalles que tiene el jardín, le confieren un encanto especial.
Cuando traspasas las puertas de Brömsehus Café es como haber retrocedido un siglo, donde la decoración y cada detalle cariñosamente escogido, te hace sentir como un niño pequeño donde todo es «spännande». 😮
De hecho es como entrar en una tienda de ultramarinos del siglo pasado, donde incluso los productos que allí se venden parecen de la época.
No me dirás que no es para pedirse uno de cada. 😉
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Además tiene un salón, también decorado con mucho cariño, donde es muy agradable tomar un café.
Y bueno, el exterior es como un paréntesis, todo super tranquilo que te hace sentir tan relajado que se pasa el tiempo y no quieres levantarte de la silla 🙂
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Pero lo más importante, que precisamente lo he dejado para el final. Lo que puedes disfrutar de Brömsehus Café: sus pasteles y su bocadillos.
Como puedes ver en la parte superior de la foto, hay un cuadro de un matrimonio, pues ellos con Liselotte & Tony, los dueños de Brömsehus Café.
Tengo que reconocer que la fotografía no es demasiando buena para apreciar los pasteles que de forma casera hacen en Brömsehus Café, así que mejor enseñarte los que yo mismo me pedí.
Aquí sí que puedes ver lo que me pedí: un café con leche con un bollo de cardámono y un trozo de pastel de zanahoria. Vamos un «fika» riquísimo.
Y como no podía ser menos, todo buen fika tiene que tener un postre especial, así que …
un rico batido de fresas, chocolate blanco y nata.
Que conste que no lo pedí para mi 🙂 pero pude probarlo y estaba riquíiiiiisimo».
Así que si pasas vas por la carretera de Kalmar a Karlskrona, o viceversa, te aconsejo parar un buen rato para hacer un descanso y disfrutar de un delicioso fika en Brömsehus Café.
Te puedo asegurar que te encantará.